Bendiciones no planeadas de tomar riesgos con su hijo

¿Le ha sucedido esto: tiene cosas que debe hacer y no tiene otra opción que traer a su hijo?

Encontrar el equilibrio con la intervención y la aceptación Compartir con nuestros hijos nuestras aventuras mayores puede ser una gran intervención no planificada.

Nosotros, los padres, a veces olvidamos que estos minutos que pasan también son nuestras vidas. Podemos tener dificultades para equilibrar el tiempo y la atención de niños individuales, de nosotros mismos y de la Noche de cine familiar.

Menos que fácil, y sin embargo, nuestro tiempo con nuestros hijos pasa a la velocidad de la luz.

(Para esta conversación, asumamos que nuestros hijos saltan a la independencia).

Aquí hay un ejemplo de un riesgo no planificado: Estábamos estacionados en el rincón más alejado del estacionamiento de Taco Bell, bajo el único árbol de sombra.

Con nuestro drive-through sentado en nuestras piernas.

Evento de recaudación de fondos de lujo.

Él era el único niño "saliendo" con mamá. Pidió ir al baño solo.

Así que lo dejé correr, ¡con un "reloj para autos!" en sus oidos.

Arriesgado, ¿verdad? Después de comer, quiso hacerlo de nuevo.

Así que se fue solo en una carrera de basura.

En otra ocasión, fuimos a un festival local el sábado por la tarde.

No fue mi intención original llevarlo porque era: Caliente. Ruidoso.

Él era Caliente. Quejumbroso.

Dabbing en la lluvia Estos iban a ser caminos neurales de la manera difícil. (En realidad estaba muy feliz de que estuviera sudando, porque hubo un momento en que Juan no sudó, cuando su cuerpo no se estaba metilando … otra historia, otra vez. Lo sobrevivimos, bien y dandy.

En una tercera "oportunidad", también se atascó ayudándome en una recaudación de fondos de la Cámara de Comercio local.

Era elegante Era un gran deporte colgando en el sofá mientras yo trabajaba.

Al final, salimos en la oscuridad. Gran tiempo. Tormentoso.

Preciosos iones negativos.

Nos quitamos los zapatos y caminamos hacia el coche en medio de la llovizna.

Entonces, ¿puedo animarnos a llevar a nuestros hijos a donde sea que vayamos?

Es la intervención definitiva de inclusión neuro-típica.

Solo hay un mundo, en el que vivimos. ¿De qué otra manera aprenderán?

La paz esté con nosotros,